Los republicanos Ted Cruz y John Kasich anunciaron, el 25 de abril de 2016, que no competirán entre sí en las próximas primarias del Partido Republicano sino que van a compartirse los Estados que aún quedan por pronunciarse.

O sea, Ted Cruz deja los Estados de Oregón (17 de mayo) y Nuevo México (7 de junio) en manos del gobernador de Ohio, John Kasich, quien tiene más posibilidades de vencer a Donald Trump en esos dos Estados. Por su parte, Kasich no competirá el 3 de mayo en el Estado de Indiana.

Con esta estrategia se trata de impedir que Donald Trump logre obtener los 1 237 delegados que necesita para que el Partido Republicano le otorgue la investidura como candidato republicano a la próxima elección presidencial. En ese caso, la convención del Partido Republicano podría otorgar la investidura a otra personalidad, el general James Mattis, posibilidad que nuestro sitio web ya mencionaba hace 15 días [1]. La prensa estadounidense también ha comenzado a mencionar esa posibilidad hace una semana.

Pero el general James Mattis sigue afirmando que tal candidatura no entra en sus planes… a pesar de lo que indican el acuerdo Cruz-Kasich, la colecta de fondos a favor del general, la creación de un equipo de consejeros alrededor de este último y el ya expresado respaldo de los neoconservadores a este militar.

Presente en Washington la semana pasada, el general Mattis explicó personalmente a sus numerosos interlocutores sus ideas en materia de política exterior y de defensa. El general se concentró sobre el peligro que representa, desde su punto de vista, la Revolución iraní. El general Mattis denunció directamente el papel del iraní Suleimani en Bahréin y acusó de antisemitismo al ayatola Ali Khamenei.

Sin embargo, durante una conferencia en el Center for Strategic and International Studies (CSIS), el general Mattis se abstuvo de condenar el acuerdo sobre la cuestión nuclear concluido entre Irán y el grupo 5+1 e incluso reconoció que ese acuerdo ha significado una pausa en el programa iraní en materia de armamento… una pausa, no un punto final. Pero deploró lo que calificó de ceguera de la Casa Blanca que, según él, ha prevalecido después de la firma del acuerdo.

El general James Mattis predijo un «porvenir horrible» para el «Medio Oriente ampliado». «Sabemos que el vacío dejado en el Medio Oriente será llenado por terroristas o por Irán, o por los sustitutos de estos, o incluso por Rusia. Para restablecer la disuasión, tenemos que mostrar nuestra capacidad y nuestra determinación», prosiguió el general.

[1«¿Un nuevo Eisenhower contra Trump?», Red Voltaire, 11 de abril de 2016.