El ministerio iraquí de Relaciones Exteriores convocó al embajador de Arabia Saudita, Samer al-Sabhan (ver foto), para recordarle su obligación de no intervenir en los asuntos internos de Irak.

El embajador saudita había criticado, en su página de Facebook, la presencia de consejeros militares iraníes junto a las fuerzas iraquíes que tratan de liberar la ciudad de Faluya, actualmente ocupada por el Emirato Islámico (Daesh).

Además, el 12 de junio, una delegación encabezada por el primer secretario de la embajada saudita en Irak, Salah Abdallah Hatlani, había visitado a los prisioneros sauditas detenidos en al-Hut (Nasiriyah). Durante la visita, el diplomático saudita aseguró a esos individuos, encarcelados por haber perpetrado crímenes como miembros del Emirato Islámico, que Arabia Saudita está haciendo todo lo posible por liberarlos.

El gobierno saudita propuso en abril enviar su ejército a luchar contra el Emirato Islámico en Irak. Pero numerosos responsables políticos iraquíes estiman que Arabia Saudita es precisamente uno de los principales apoyos ocultos de esa organización terrorista.