El dinero de los contribuyentes, los recursos del pueblo peruano, son despilfarrados en OSITRAN, alquileres caros, deficiencias presupuestales, fiesta con bombos y platillos, son algunas de las perlas que permiten o alientan doña Patricia Benavente Donayre y Obed Chuquihuayta, presidente y gerente general, respectivamente, del regulador. Leamos.
Botando plata en alquiler
Entre finales del 2015 e inicio del 2016, OSITRAN alquiló a la empresa RILLO S.A.C., los pisos cuarto y quinto en el edificio en Los Negocios 188, Surquillo, porque en el que estaban, de cuatro pisos, en Av. República de Panamá 3659, San Isidro, ya no cabía tanto personal contratado, que llegó a duplicar al que encontró la actual administración cuando ingresó en septiembre 2012.
Remodelaciones costosas
Tanto el nuevo alquiler, (al que se sumó, luego, el sótano del mismo edificio, que se usa como comedor y ambiente para exposiciones), como el local "antiguo", "requerían" fuerte inversión para acondicionar los espacios para el numeroso personal existente.
Esto finalmente derivó en áreas ridículamente pequeñas, conejeras, para cada trabajador.
Privilegiado ¡cómo no!
La excepción en espacio, la protagoniza el gerente general, Obed Chuquihuayta y su numeroso grupo de asesores porque tiene 6 ó 7. Anotemos, de paso, que Benavente sólo cuenta con 1.
¡40 demandas en apenas 4 meses!
Los opinantes asesores sí gozan de todas las comodidades para su inefable labor de emitir opiniones por iniciativa propia o a requerimiento de Chuquihuayta.
Pero algo tiene que estar pasando porque los errores se repiten con frecuencia de locura en OSITRAN, por ejemplo ¡APM Terminals Callao S. A., ha presentado más de 40 demandas judiciales contra el regulador en apenas 4 meses!
Desmadre doméstico
No obstante la fuerte inversión realizada en alquileres y acondicionamientos, más de una vez se han registrado cortes de luz, atoros en baños, inundaciones de pisos y demás, en el local "antiguo". ¡Qué nivel de contratistas!
Se van dejando nuevo alquiler
No sabemos bien la razón, si es que existe la especie, pero lo cierto es que OSITRAN está alquilando, ahora, el segundo piso en ese mismo edificio de Surquillo.
¡S/ 700 mil para remodelación!
Ambiente, el mencionado, que ¡cómo no! requiere ser también remodelado, para lo cual se habría destinado una partida de S/. 700 mil, que será consumida entre el presente ejercicio y el siguiente.
¿Pagando por alquiler desocupado?
De lo anterior se infiere que, nuevamente, se trata de un inmueble que estará varios meses desocupado, pero con pago de la merced conductiva puntualmente.
Graves deficiencias presupuestales
Desde mediados de año OSITRAN tuvo que hacer una serie de recortes en contrataciones de consultorías y diversos rubros, pues su ineficiente plana gerencial calculó mal el nivel de ingresos para el presente ejercicio.
Es buen castellano: fallaron los gerentes de Supervisión y Fiscalización; Regulación; Administración; y, por supuesto, el que los supervisa, el súper asesorado, gerente general.
Este hecho de trascendental importancia pinta, inequívocamente, de cuerpo entero la tremenda incapacidad e ineptitud de quienes dirigen OSITRAN. Y, sin duda alguna, no pueden continuar a la cabeza de un regulador de la importancia de OSITRAN.
Encima ¿agasajo de despedida?
Convencidos ya de su próxima salida a inicios de febrero del 2017, Benavente y Chuquihuayta, estarían alentando la preparación de una muy costosa celebración para enero 2017, para el aniversario de OSITRAN. Tamaña celebración llegaría al extremo de dejar sin presupuesto, para este rubro, al nuevo presidente que asumirá funciones en apenas poco más de dos meses.
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