Tras las decenas de cartas señaladas a su atención sobre los crímenes atroces cometidos por la “coalición internacional” que dirigen los Estados Unidos de América y sobre sus continuos ataques contra civiles sirios inocentes y contra la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la República Árabe Siria, me dirijo ahora a usted para informarle de cómo esa coalición ilegal sigue masacrando a civiles sirios. El lunes 4 de junio de 2018, aviones de combate de la coalición bombardearon viviendas de civiles en la aldea de Yaza (provincia de Al-Hasaka), el domingo 3 de junio de 2018 bombardearon viviendas de pacíficos civiles en la aldea de Hasan al-Ali, y el sábado 2 de junio de 2018 cometieron una masacre contra los habitantes de la aldea de Dib Yaza (provincia de Al-Hasaka). En ese mismo lapso, la coalición bombardeó sin cesar las aldeas de Dahu, Al-Dashisha y Tel al-Shayir, así como núcleos de población en la campiña circundante a Al-Shaddadi (provincia citada). Esos crímenes horrendos han quitado la vida a 22 personas (un anciano y el resto, mujeres y niños) y han destruido las viviendas y los bienes de los civiles. El bombardeo también ha devastado las infraestructuras de esas aldeas.
La coalición transgresora del derecho internacional castigaba así a esas poblaciones por no haberse unido a las milicias separatistas títeres de los Estados Unidos de América en las provincias de Al-Hasaka, Ar-Raqqa y Deir Ezzor. Los Estados Unidos coordinan las relaciones entre esas milicias y los terroristas de Dáesh. La coalición ha reubicado a algunos de esos terroristas en las filas de las milicias citadas y a otros los ha desplegado contra posiciones del Ejército Árabe Sirio para reconquistar las zonas que este y sus aliados habían liberado de las garras del terrorismo. La coalición criminal ha seguido también dirigiendo fuego directo de cobertura contra el Ejército Árabe Sirio para socorrer a la organización terrorista Dáesh. El ejemplo más reciente de ello se registró el 24 de mayo de 2018, cuando aviones de combate de la coalición atacaron posiciones del Ejército Árabe Sirio ubicadas entre Al-Bukamal y Humayma (zona rural circundante a Deir Ezzor) menos de 24 horas después de que el Ejército Árabe Sirio hubiera abortado un ataque lanzado por los terroristas de Dáesh contra esas mismas posiciones.
La coalición sigue perpetrando crímenes de guerra y de lesa humanidad en Siria, apoyando el terrorismo y utilizando a los terroristas y a las milicias separatistas para lograr sus viles objetivos políticos. Todo ello confirma lo que hemos afirmado desde hace tiempo: que el único objetivo de la coalición y sus dirigentes estadounidenses es socavar la soberanía, la unidad territorial y la integridad de la República Árabe Siria y prolongar la crisis en el país en flagrante desprecio de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, todas las cuales subrayan la necesidad de preservar la unidad del pueblo y del territorio de la República Árabe Siria.
La República Árabe Siria exige a los Estados que integran esa coalición vergonzosa, y que se proclaman valedores de los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y la Carta de las Naciones Unidas, que anuncien su retirada de la coalición. La República Árabe Siria exhorta de nuevo al Consejo de Seguridad a que asuma su responsabilidad de preservar la paz y la seguridad internacionales y adopte inmediatamente medidas para detener e impedir que se repita la masacre del pueblo sirio por la coalición, poner fin a la presencia hostil de los Estados Unidos y de otras fuerzas extranjeras en territorio sirio y velar por que los Estados Unidos no ejecuten sus planes de apoyar el terrorismo en la República Árabe Siria y saquear las riquezas de este país. Los nuevos y los anteriores crímenes cometidos por los Estados Unidos, en particular la devastación total de ar-Raqqa y el ataque abominable que los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido lanzaron contra la República Árabe Siria el 14 de abril de 2018, han dejado al descubierto esos planes. Los Estados Unidos de América carecen de justificación moral para su política de agresión en Siria, en la región y en todo el mundo. Los Estados Unidos de América se han convertido en un factor de riesgo principal para la paz y la seguridad internacionales.
Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.
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