Las fuerzas armadas de la Federación Rusa van a dotarse de drones «invisibles» similares a los de Estados Unidos. Pero ese equipamiento ruso está concebido para ser utilizado de manera diferente a como lo hace el Pentágono. No se trata de identificar y vigilar objetivos ni de proceder a asesinatos selectivos sino de penetrar las defensas antiaéreas del enemigo y destruirlas.
Los medios especializados internacionales elogiaron recientemente el drone «invisible» ruso S-70 Okhotnik, una creación conjunta de las empresas Sukhoi y MiG, cuyas características son similares a las del drone experimental X-47B, sometido a ensayos por [la firma estadounidense] Northrop Grumman.
El drone ruso S-70 Okhotnik pesa 20 toneladas, su velocidad máxima es de 1 000 km/h, su autonomía es de 3 000 kilómetros y cuenta con un motor de reacción. Puede volar ininterrumpidamente hasta 7 horas.
Pero lo más importante es el uso para el cual fue concebido. Este avión ruso sin piloto no será utilizado en las misiones de reconocimiento. Rusia dispone ya de un drone especializado para esas misiones: el Orion, capaz de volar ininterrumpidamente durante 24 horas y similar a los drones estadounidenses MQ-1 y MQ-9 Reaper.
Otro dato interesante es que Rusia iniciará la producción del avión de combate Su-57 en 2020, lo cual corresponde al final del periodo de pruebas en vuelo del drone S-70 Okhotnik. Ambas aeronaves comenzarán a fabricarse en serie al mismo tiempo.
Fuentes del ministerio de Defensa de la Federación Rusa han indicado que el drone S-70 Okhotnik y el avión de combate Sukhoi-57 serán utilizados en la primera oleada de ataques en la principal dirección estratégica de defensa de las tropas terrestres rusas. Veinte o 30 drones S-70 Okhotnik y entre 2 y 4 aviones Su-57 garantizarán la supremacía aérea en un sector restringido creando un corredor de seguridad dentro del espacio supuestamente protegido por la defensa antiaérea del enemigo. La misión de estos drones y aviones rusos consistirá en golpear la red enemiga de radares terrestres y los barcos enemigos, así como sus baterías de misiles antiaéreos y las pistas de los aeródromos enemigos.
El drone S-70 Okhotnik cuenta con 2 compartimientos internos en los que puede transportar 2 toneladas de armamento. Este drone «invisible» se hace visible a los radares durante los 5 o 10 segundos en los que abre sus compuertas para utilizar ese armamento. Es por esa razón que un Su-57 en misión de intercepción acompañaría el grupo de drones S-70 Okhotnik, garantizando la cobertura aérea durante el cumplimiento de la misión de estas aeronaves sin piloto.
Numerosas soluciones y equipos para el radar «invisible» utilizado en el drone S-70 Okhotnik provienen del Su-57. De hecho, esta avión de combate ha servido de banco de pruebas para el armamento adaptado al drone S-70.
Para garantizar la aniquilación de los radares y misiles antiaéreos enemigos, el drone S-70 Okhotnik hereda del avión de combate Su-57 los misiles supersónicos Kh-58UShK cuyo alcance es de 260 kilómetros. El drone S-70 Okhotnik también puede utilizar 4 mini misiles crucero X-74M2, capaces de volar a Mach 4 y cuyo alcance ese 245 kilómetros. Este drone ruso lleva 8 bombas BetAB-150C, para inutilizar las pistas de la aviación enemiga. También puede llevar 8 bombas «inteligentes» KAB-250 para destruir búnkeres y otros blancos terrestres.
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