Los servicios de inteligencia de Moldavia tomaron por asalto el consulado de su país en la ciudad ucraniana de Odesa y detuvieron al cónsul, Sergiu Septelici, entre otros funcionarios consulares.
Los funcionarios moldavos detenidos están acusados de haber otorgado visas de 60 días a un número indeterminado de yihadistas a cambio de sumas de entre 1 000 y 3 000 euros, lo cual podría valerles ser condenados a 6 años de cárcel.
Los yihadistas beneficiados con las visas moldavas habían luchado del lado de la OTAN contra la República Árabe Siria y transitaron a través de Turquía.
El presidente de Moldavia, Igor Dodon (ver foto), es contrario a la OTAN y a la Unión Europea y partidario de una reconciliación con la República Moldava Pridnestroviana (Transnistria) y a un acuerdo con la Federación Rusa.
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