El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, y ‎su director regional, Ahmed Al-Mandhari, deploraron que un 40% de los médicos y un 30% de los ‎enfermeros y enfermeras libaneses hayan abandonado bruscamente ese país. ‎

Al terminar una visita en Beirut, ambos dirigentes de la OMS denunciaron la responsabilidad de ‎un Estado extranjero en esa crisis, que está afectando el sector sanitario en Líbano, y se comprometieron a desplegar los mayores esfuerzos para contribuir a resolver esa situación. ‎

Los hospitales libaneses están cerrando uno tras otro por falta de electricidad y por la escasez de ‎medicinas. A ello se agrega ahora la falta de personal. ‎

La embajada de Francia en Líbano acaba de instaurar un proceso de tramitación acelerada que ‎permite a los médicos libaneses y al personal sanitario libanés en general irse rápidamente a trabajar ‎en Francia. El presidente francés Emmanuel Macron trata así de reemplazar urgentemente a ‎los miembros del personal sanitario francés a los que les prohíbe trabajar porque se niegan a ‎vacunarse contra el Covid-19. ‎

El año pasado, el gobierno francés llamaba la población a aplaudir diariamente al personal ‎sanitario, a cuyos miembros calificaba como «combatientes de primera línea» en la «guerra ‎contra el Covid-19». Pero hoy los despide sin miramientos. ‎

Los médicos y profesionales de la salud libaneses que abandonaron su país durante la guerra civil ‎de los años 1980 nunca regresaron. ‎