La calidad de vida de una población no puede estar sustentada sobre los patrones de consumo que imprimen los modelos capitalista y liberal, sino que implica condiciones ambientales y culturales adecuadas, afirmó la ministra venezolana del Ambiente, Ana Elisa Osorio, durante su intervención en el foro Experiencias integrales de enfrentamiento a la exclusión en salud y calidad de vida, realizado en el marco de la III Cumbre de la Deuda Social.
La Cumbre, que se celebra en Caracas hasta el viernes 4 de junio, reúne a más de un millar de parlamentarios, académicos, políticos, dirigentes sindicales y campesinos, representantes de organismos multilaterales y de la sociedad civil de diversos países de América Latina.
«En un modelo capitalista la sociedad de consumo es la que se impone, entonces pareciera que la calidad estuviera en función de lo que se consume», advirtió. En ese sentido citó como ejemplo el medir los niveles del desarrollo por el número de vehículo vendidos. «Entonces, hay que abrir una discusión sobre de que calidad estamos hablando, hay que empezar a hablar de bienestar, porque el bienestar está desarrollando incluso las características socioculturales de las poblaciones».
Señaló que es necesario hacer entender a la población que el bienestar está presente en otros aspectos fundamentales, como el acceso a la educación y a la salud, y con la posibilidad de contar con espacios para la recreación. Para ello es necesario promover acciones es favor de la preservación de los recursos naturales, como el agua y los bosques, que son fuentes de vida.
También participó en este foro el ministro venezolano de Salud, Roger Capella, quien destacó que uno de los importantes retos que tiene el gobierno venezolano y los pueblos latinoamericanos es garantizar un acceso equitativo de toda la población, sin distinción de condiciones económicas y sociales, a los sistemas de salud.
Explicó que en el caso venezolano se dispone de un sistema de acceso a la salud conformado por tres fases. Una primaria que es la contemplada en el plan Barrio Adentro, a través del cual se han establecido consultorios médicos en los sitios donde habitan personas de menores recursos económicos, en los que se brinda atención las 24 horas del día.
A través de esta red de ambulatorios se ha ofrecido atención médica y suministrado medicamentos, de forma gratuita, a más de 15 millones de personas, dijo.
Señaló que una segunda fase corresponde al programa de Clínicas Populares que aun está en desarrollo, y donde se espera brindar atención médica especializada y servicios de laboratorio de manera gratuita. La tercera fase la constituye la red nacional de hospitales, en las que se brindan servicios para casos que requieran hospitalización o cirugía.
Finalmente, Capella destacó el papel que debe jugar la población como contralora del sistema de salud publica. «La contraloría social es el mejor alma para controlar la corrupción en el sector salud», dijo.
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