La plana mayor del Mercosur exteriorizó su profunda indignación frente a las críticas del representante comercial estadounidense, Robert Zoellick, quien acusó al bloque de obstaculizar la creación del ALCA. El presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercado Común del Sur (Mercosur), Eduardo Duhalde, dijo que las afirmaciones de Zoellick fueron de una imprudencia poco común con un tufillo a soberbia post electoral.
En el marco del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, que se celebró en Chile, el principal negociador estadounidense del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) responsabilizó el jueves a Argentina y Brasil de entorpecer el proyectado acuerdo. A juicio de Duhalde, las expresiones del conocido como "señor ALCA" encierran una visión unipolar del planeta, en la cual países como los nuestros no tienen derecho a negociar, sino a firmar un contrato de sumisión, y eso no es posible, enfatizó.
El también ex presidente argentino se mostró sorprendido por el desatinado comentario, sobre todo en momentos en que "se está trabajando como nunca en lo que denominamos una nueva geografía del mundo para abrir mercados". En ese contexto destacó, en diálogo con la capitalina Radio Mitre, el inminente nacimiento de la Unión Sudamericana, cuya firma esta prevista para el 9 de diciembre en Cuzco, Perú, y a la cual se adherirían las 10 naciones del Cono Sur.
La clave es tener un proceso de integración equilibrada, manifestó el titular del Mercosur, tras objetar que los subsidios a los productos que compiten con el bloque, integrado además por Paraguay y Uruguay, alcancen los 255 mil millones de dólares. Con esto, aclaró, no decimos que Estados Unidos o Europa deban eliminar esas medidas proteccionistas de la noche a la mañana, pero sí de manera paulatina en un programa a 10 años, es decir, lo que negociamos en un principio.
Duhalde acusó a Zoellick de manejarse con evidente soberbia electoral, en clara alusión a la reelección del presidente George W. Bush, e insistió en que sus comentarios son una declaración de guerra en el plano económico. En su segundo día de fuertes cruces con el "señor ALCA", el otrora jefe de Estado atribuyó a Washington la carencia de iniciativas para reimpulsar las negociaciones en torno a su proyecto de libre comercio, considerado hegemónico por entendidos en la materia.
"No hay proteccionismos buenos y malos. Mientras haya subsidios agrícolas no habrá ALCA", dijo en forma categórica. Las manifestaciones del representante comercial de la potencia del norte llamaron la atención, además, en el Ministerio argentino de Relaciones Exteriores.
El subsecretario de Integración Económica, Eduardo Sigal, sostuvo que "hace más de siete meses que los países negociadores no vemos ningún tipo de iniciativa por parte de EEUU para reactivar las tratativas del ALCA". Sigal estimó que los dichos no deberían sorprender en boca de Zoellick, quien ya hizo uso en otras oportunidades de su "poder de fuego" verbal contra el Mercosur, sobre todo en momentos en que los dos socios mayores del bloque acaban de cerrar acuerdos con China.
La semana pasada, aunque con un alto nivel diplomático, el embajador de la Unión Europea, Angelos Pagkratis, acusó recibo de la alianza Buenos Aires-Beijing, al considerar que la calidad competitiva de Argentina depende de su relación con el viejo continente. "El Mercosur no varía su posición y mucho menos bajo presión, porque se está trabajando seriamente en búsqueda de defender sus intereses en el marco de negociaciones serias", indicó Duhalde.
Buscamos un libre comercio con economías complementarias y por eso, sin ir más lejos, el próximo año iremos a Rusia, advirtió. Sigal remarcó que una de las aspiraciones del bloque es avanzar en la negociación de un comercio equilibrado en el continente, y no como se venía realizando desde 1994, que favorecía netamente los intereses de Washington en perjuicio de los países en desarrollo.
Publicado en Quantum N.42
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