Dejar atrás las rémoras del neoliberalismo es el reto marco del bloque, para crear un "mejor y mayor Mercosur", como dijera Tabaré Vázquez. "Tenemos todo lo que se necesita para conformarnos como un nuevo cuerpo político y social, para lograr el tan anhelado equilibrio del universo con el cual soñaba el Libertador Simón Bolívar", dijo el presidente Hugo Chávez..

Con la firma del Protocolo de Adhesión, la República Bolivariana de Venezuela pasa a ser Miembro Pleno del Mercosur y adquiere la condición de Estado Parte. Lo que implica que, gradualmente adoptará, la normativa del Mercosur, por lo que deberá adecuar su ordenamiento jurídico interno a estas normas. Igualmente adoptará la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) y el Arancel Externo Común (AEC).

Luego que transcurran los cuatro años y adopte por completo la normativa, Venezuela tendrá unos plazos máximos, desde 2010 al 2012, para alcanzar el libre comercio con los demás países miembros (Argentina-Brasil- Paraguay-Uruguay) y de igual forma, éstos con Venezuela. Sólo para el caso de intercambio de "productos sensibles" el plazo se extenderá hasta el 2014.

Ahora, el proyecto Gran Nacional y las propuestas del Gasoducto del Sur, Banco del Sur, Universidad del Sur, TeleSur, Radio Sur y el Parlamento Suramericano, cobran mayores fuerzas debido a la voluntad política de sus presidentes. Incluso, el presidente de Brasil se atrevió a expresar que esperan visitar pronto La Paz, para un futuro ingreso de Bolivia al Mercosur.

En este contexto, Mercosur afronta un proceso de integración que debe superar las barreras que frenan el desarrollo, pero además tiene que encarar la pobreza y la exclusión social, "bajo los principios de gradualidad, flexibilidad, equilibrio, reconocimiento de las asimetrías y del tratamiento diferencial, así como los principios de seguridad alimentaria, medios de subsistencia y desarrollo rural integral", dice el texto del protocolo de adhesión.

Retos

El presidente argentino, Néstor Kirchner, marcó un rumbo "Mercosur debe ser una instancia de los pueblos (…) hay que lograr que vuelva a resonar con fuerza en el mundo la voz de los pueblos de América (…) América ha alcanzado una renovada conciencia de la necesidad política de la integración, y nuestra viva experiencia nos ha enseñado que la sola lógica excluyente del mercado no nos deja un horizonte de desarrollo y bienestar".

"Muy pocas personas creyeron en la concreción del Mercosur, y pensaron que era más fácil privilegiar a Estados Unidos y Europa y darnos la espalda a nosotros mismos (...) no queremos pelear con nadie, somos países de paz, pero descubrimos que somos más hermanos entre nosotros que con cualquier otro país".

Luiz Inácio da Silva, habló en el mismo tono, "hay que reconocer las necesidades de los pueblos en el proceso de integración". La diversidad económica y la pluralidad política no deben ser obstáculos para lograrla. El presidente de Brasil ratificó que su país apoya la candidatura de Venezuela al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La adhesión de Venezuela al Mercosur, para el mandatario paraguayo, Nicanor Duarte, "por el momento histórico que vive y por el liderazgo que hoy posee con el presidente Chávez, será un potente amplificador para que la voz de Suramérica resuene y persuada a las regiones más poderosas del mundo, y será igualmente un desafío para que exista más equilibrio, más cooperación y no prevalezcan los intereses del mercado".

Tabaré Vázquez, cree que el ingreso de Venezuela brindará "oxigenación a este órgano de integración" que nació por la unión aduanera, pero que se actualiza para buscar mecanismos para procurar mejores niveles de vida para nuestros pueblos.

Evo Morales, invitado al ingreso de Venezuela al Mercosur apeló a la unidad. "La revolución democrática, cultural y pacífica representa un momento histórico para los pueblos indígenas. Mercosur es un instrumento para gestar la unidad Latinoamericana. Hay que dejar atrás el sistema capitalista excluyente y emprender un nuevo modelo incluyente."

Se abre una nueva brecha para el continente, rescatar la fuerza del bloque y cuidarse de las "intrigas" que por años promovieron la desunión de nuestros países. Tener una voz que sea escuchada por lo que somos y no por la solidaridad automática que tengamos con la Casa Blanca. Rescatar, como dijo Galeano, el derecho (secuestrado) a llamarnos Americanos.