El terrorista Posada Carriles, engendro y sicaro de los servicios secretos estadounidenses.

Luis Posada Carriles, notorio criminal y antiguo agente de la CIA de nacionalidad venezolana, responsable de decenas de atentados terroristas, está actualmente en prisión preventiva en una cárcel de El Paso, en Texas.

La justicia estadounidense se niega a juzgarlo por los crímenes que cometió, y lo detiene únicamente porque se encuentra en situación irregular en el territorio norteamericano. Washington se niega también a extraditarlo a Venezuela, violando de esta forma no menos de tres tratados internacionales contra el terrorismo firmados entre las dos naciones.
No obstante, Luis Posada Carriles causó la muerte de más de un centenar de personas a lo largo de cuatro décadas de terror.

Es responsable, entre otros, del asesinato del ciudadano italiano Fabio di Celmo, víctima de un atentado con bomba el 4 de septiembre de 1997 en el hotel Copacabana, de La Habana.
Arrestado ese mismo día, Raúl Ernesto Cruz León, el terrorista de origen salvadoreño que había instalado la bomba, reconoció que fue reclutado el 12 de junio de 1997 y entrenado por el salvadoreño Francisco Chávez Abarca, bajo la dirección y el financiamiento de Luis Posada Carriles.

El 12 de julio de 1998, en una entrevista concedida a los periodistas Ann Louise Bardach y Larry Rother del New York Times, Luis Posada Carriles reconoció ser el autor intelectual del atentado que costó la vida del joven italiano, admitiendo también que era financiado por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).

Afirmó con cinismo que Fabio di Celmo «se encontraba en el lugar equivocado en el momento equivocado». Se negó a expresar algún arrepentimiento declarando a los periodistas que no tenía ningún problema de conciencia y que dormía «como un bebé».

En septiembre de 1999, el relator especial sobre el Mercenarismo de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas confirmó la responsabilidad de Luis Posada Carriles en la muerte de Fabio di Celmo, basándose en las entrevistas de éste a CBS y al New York Times.

El pueblo y la justicia italianos deben exigir de su gobierno que pida la extradición de Luis Posada Carriles, para que éste responda ante la ley por el asesinato de Fabio di Celmo. La memoria de todas las víctimas del terrorismo requiere de manera imperiosa que la justicia triunfe sobre la impunidad.