¿Carlos Vallejo dispuso el incremento de las tasas de interés como si estuviese gobernando por su ex líder Álvaro Noboa? ¿Por qué quiso aplastar a la clase popular? Cosas de los funcionarios de la partidocracia de este Gobierno.
Con la idea de desincentivar la compra de artículos de ’lujo’, el Banco Central del Ecuador (BCE) decidió incrementar las tasas de interés en las tarjetas de crédito con cupos inferiores a 1.500 dólares. Luego de las contradicciones con el Ministro de la Política Económica, Diego Borja, el interés se reducirá del 26,94 al 18%.
Blanca Cisneros, madre de cuatro niños, vive en la Cooperativa de Vivienda 29 de Abril, ubicada en el norte de Quito. Lleva diez años de matrimonio y recuerda que siempre, desde que era soltera, cocinaba los alimentos con leña, una tradición venida desde sus abuelos. En diciembre de 2008 decidió, junto a su esposo, comprar un ’combo’ de electrodomésticos (refrigeradora, cocina y tanque de gas) que le ofrecieron en un almacén. Le era imposible pagar en efectivo y decidió hacerlo por medio de una tarjeta de crédito que le facilitó Juan Cisneros, su hermano mayor, y que tenía un cupo inferior a los 1.500 dólares.
El costo total por estos productos era de $ 530, a una tasa de interés anual de 21,24% establecida por el Banco Central, tenía que cancelar $ 62.94 de interés al año; más el valor establecido, terminaba pagando $ 592.94 y con un pago mensual de $ 49.41 a un año plazo. La compra se concretó porque su trabajo de lavandera y el de albañilería de su esposo le permitían pagar esa cuota mensual. Así pasaron los primeros cinco meses hasta que Blanca escuchó que las tasas de interés para la compra de electrodomésticos o denominado consumo minoritario se incrementarían del 21,24% al 26.94% anual. Resulta que la idea del Presidente del Banco Central, Carlos Vallejo, de desincentivar en la clase popular la compra de supuestos artículos de ’lujo’, tan necesarios hoy en la familia, terminó por complicar la siesta del hogar Guamán Cisneros.
La compra del ’combo’ de electrodomésticos la realizaron ajustándose al ingreso mensual que disponía la familia.“Se suponía que con la dolarización las tasas de interés no debían incrementarse. La cuota mensual que tengo que pagar variará y no tendremos para pagar y nos quitarán nuestra refrigeradora, cocina y tanque de gas. Nos tocará perder lo que hemos pagado y volver a cocinar en leña”, decía Blanca Cisneros. La inquietud no solo fue de esta familia sino de cientos de miles de ecuatorianos que se encontraban en la misma situación y que empezó a generar un ambiente de intranquilidad e inconformidad con esta política del Gobierno. El costo del ’combo’, con la propuesta de Carlos Vallejo, lógicamente que cambió. Con una tasa de interés anual del 26,94% se iba a terminar pagando $ 80.48 anuales, es decir, $ 610.48 al año y un pago mensual de $ 50.87. De esta manera, el interés anual y total se habría incrementado $ 17.54 mientras que el pago mensual habría subido $ 1.46 que según Blanca Cisneros le servía para comprar una libra de arroz y una azúcar, dos huevos y una leche.
El Presidente del Banco Central del Ecuador (BCE) defendió la decisión de aumentar las tasas de interés máximas para las tarjetas de crédito: 26,94% para consumos menores a USD 1500 y a 18,92% para consumos de más de USD 1500. Los perjudicados, a simple vista, eran los que menos tenían y con esa política económica a la clase popular se le limitaba el ser sujetos de crédito.
Según Carlos Vallejo, el incremento es para disuadir el consumo de bienes suntuarios, que en su mayor parte son importados. Para este funcionario los bancos y los almacenes que entregan tarjetas de crédito de forma indiscriminada a los sectores populares y pobres del Ecuador no venden ni alimentos, ni vestidos, ni matrículas, ni medicamentos, venden las ‘doras’ y dijo que era peligroso endeudar a los pobres en demasiadas ’doras’. “Doras” que a Blanca Cisneros le ayudron a que sus hijos no se enfermen de la garganta por la inhalación del humo constante que penetraba de la cocina a leña que estaba junto a los dormitorios y también ensuciaba la ropa por el humo que emanaba la “caldera”.
A esta resolución adoptada por el Banco Central le salió una pronta crítica del Ministro Coordinador de la Política Económica, Diego Borja, quien aseguró que esa política económica no obedece a la establecida por el Gobierno. Para Borja el cálculo efectuado en el incremento de la tasa de interés no es el correcto porque dijo que los consumos superiores a 1.500 dólares deberían tener un interés más alto que los menores a este monto, lo contrario a lo que propone el Banco Central. Agregó que cuando se decidió aumentar la tasa de interés al consumo del 16 al 18 %, "que es adecuado", se cambió también la consideración de todo lo que es consumo: el llamado consumo como tal y el minorista, al que se le impuso una tasa de interés más alta, algo que él cuestiona. En ese sentido, el Ministro de la Política Económica aseguró que la tasa de interés minoritario bajará de 26.94% al 18%. Si es así, volvamos al ejemplo de la familia Guamán Cisneros.
El costo total del ’combo’ que compraron era de $ 530, que con una tasa de interés anual de 21,24% establecida por el Banco Central, tenía que cancelar $ 62.94 al año; más el valor establecido, terminaba pagando $ 592.94 con un pago mensual de $ 49.41 mensuales, a un año plazo. Si la tasa de interés baja al 18% como lo ha anunciado el Ministro de la Política Económica, Diego Borja, la familia Guáman Cisneros terminará pagando lo siguiente: Por el interés anual pagarán $ 53.08, es decir, un costo total de $ 583.08, y una mensualidad de $ 48.59. El interés anual y costo total se reduciría $ 9.86 y la cuota mensual sería de menos 0.82 centavos de dólar.
¿Carlos Vallejo dispuso su incremento como si estuviese gobernando con su ex líder Álvaro Noboa? ¿Por qué quiso aplastar a la clase popular?.Cosas de los funcionarios de la partidocracia de este Gobierno.
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