Restos del F-16 israelí derribado mientras participaba en una incursión aérea contra Siria

Por orden de mi gobierno y en respuesta a la carta con fecha del 10 de febrero de 2018 (S/2018/111) dirigida a usted por el representante de las autoridades de ocupación israelíes, llamo su atención sobre lo siguiente:

En las numerosas cartas que ha dirigido al Consejo de Seguridad en reacción ante los repetidos ataques de Israel contra su territorio, siendo la más reciente la fechada el 7 de febrero de 2019 (S/2018/100), la República Árabe Siria ha rogado en numerosas ocasiones al Consejo que condenara las violaciones israelíes contra su soberanía y su integridad territorial y que tomara medidas estrictas e inmediatas para reprimir esos actos y pedir cuentas a Israel. También ha advertido a Israel sobre las peligrosas consecuencias de esos ataques constantes y ha subrayado que toda la responsabilidad recaería sobre él.

Debido a la protección que los Estados Unidos Unidos y otros países occidentales conceden a Israel, cubriendo sus repetidas agresiones, y la convicción de los dirigentes israelíes de que no tendrán que responder por sus crímenes, Israel perpetró un nuevo ataque contra la República Árabe Siria, en la madrugada del 10 de febrero de 2018, cuando sus aviones de guerra violaron el espacio aéreo sirio y tomaron como blanco varios lugares en el centro y el sur del país.

Ante esta realidad y dado el hecho que las advertencias sirias no han sido escuchadas, la República Árabe Siria ejerció su derecho natural y legítimo a defender su pueblo y su soberanía, conforme a las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, en particular su Artículo 51. Las fuerzas de la defensa antiaérea del Ejército Árabe Sirio enfrentaron los aviones enemigos del tipo F-16, alcanzando a varios y derribando uno.

Las alegaciones y mentiras que Israel profiere en su carta son sólo un nuevo intento de engañar al mundo y maquillar los hechos para esconder los métodos agresivos y peligrosos que emplea [Israel], su terrorismo de Estado, su apoyo permanente a los grupos terroristas armados y sus constantes violaciones de la Resolución 350 (de 1974) del Consejo de Seguridad sobre la separación de las fuerzas, así como de las Resoluciones del Consejo y demás instrumentos internacionales relativos a la lucha contra el terrorismo. Al igual que los anteriores, este intento está condenado al fracaso porque todos saben ya que Israel es en realidad una entidad que pisotea la legalidad internacional y que constituye para la paz y la seguridad internacionales una amenaza tan peligrosa como la que representan las organizaciones terroristas Daesh [1] y Frente al-Nusra.

La República Árabe Siria subraya que los ataques repetidos que Israel le inflige no han logrado ni lograrán proteger a los socios y milicias de Israel que son las organizaciones terroristas, como tampoco han logrado ni lograrán impedir que el Ejército Árabe Sirio continúe su avance en la lucha contra los terroristas y los demás agentes de Israel en toda Siria.

La República Árabe Siria no vacilará en ejercer su derecho de respuesta contra las agresiones israelíes y a defender su territorio, su pueblo y su soberanía recurriendo a todos los medios reconocidos en la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y el derecho internacional humanitario.

Le agradeceré que tenga a bien distribuir el texto de la presente carta y de su anexo como documentos del Consejo de Seguridad.

[1Daesh es la apelación peyorativa utilizada en árabe para el grupo terrorista designado indistintamente como Emirato Islámico, Estado Islámico o mediante las siglas EI, EIIL, ISIL o ISIS. Nota de la Red_Voltaire.