Según el abogado, escritor y conferencista estadounidense Geoff Shepard (ver foto), documentos ‎hallados en los Archivos Nacionales de Estados Unidos demuestran que el Watergate no fue un ‎caso de espionaje político del presidente Richard Nixon contra el Partido Demócrata sino un ‎complot montado contra Nixon por esa formación política. ‎

En un libro titulado The Nixon Conspiracy: Watergate and the Plot to Remove ‎the President, o sea “La conspiración Nixon: el Watergate y el complot para destituir ‎al presidente”, en venta desde el 24 de noviembre, Geoff Shepard escribe que durante todo el ‎proceso del llamado escándalo del Watergate, miembros del Congreso estadounidense tuvieron ‎reuniones secretas con los fiscales para coordinar sus actuaciones. Shepard también cuestiona a ‎varios personajes cuyos testimonios fueron fundamentales para la parte acusadora y recuerda que ‎si bien fueron condenados, ninguno llegó a pasar un día tras las rejas. ‎

Geoff Shepard no es un abogado cualquiera. Fue el número 2 del equipo legal que asumió ‎la defensa del presidente Nixon y en 2015 ya abordaba este asunto en un libro anterior pero en ‎aquella época no disponía de los documentos que cita en su nuevo libro.‎

La revista Vanity Fair reveló en 2015 la identidad de «Gargante Profunda», el denunciante ‎anónimo que sirvió de fuente a los periodistas del Washington Post Bob Woodward y Carl ‎Bernstein, denunciante que resultó ser Mark Felt, quien en el momento del escándalo del ‎Watergate era subdirector asociado del FBI, bajo las órdenes de su director y fundador Edgar Hoover.‎

De ser cierta la versión de Geoff Shepard, todo el asunto arrojaría un nueva luz sobre el papel del ‎Estado Profundo estadounidense contra los presidentes Richard Nixon y Donald Trump, quien ‎también se vio sometido a investigación por un ex director del FBI, Robert Mueller, nombrado ‎fiscal especial por el Congreso de mayoría demócrata. ‎