El dato más relevante ha sido el aumento de 8,3% en las exportaciones de la región, proporcionado por los mejores precios y mayores volúmenes de venta de productos básicos como el cobre, petróleo, soya, café, algodón, lana y azúcar exportados por los países de América Central y Sudamérica. Esto demuestra además la falta de competitividad tecnológica de estos países, visto que los precios de los productos manufacturados crecieron a un ritmo menor. La previsión para este año también son animadoras, pues sólo en el primer trimestre del 2004 las exportaciones de la región subieron un 17%.

Los principales socios comerciales de la región son Estados Unidos, Unión Europea y los países asiáticos en desarrollo, sobre todo China. Además, los vecinos también están negociando más entre sí. En el 2003 se recuperaron las exportaciones entre países latinoamericanos tras una caída de dos años consecutivos. Pero los valores de los intercambios siguen bajos, evidenciando la necesidad de mayor integración regional.

En el 2003, el comercio entre los países latinoamericanos ascendió a 60.000 millones de dólares, cifra inferior aún un 4% al valor más alto registrado en el 2000. La tendencia procíclica del comercio intrarregional volvió a quedar en evidencia, ya que se expandió con el incremento del producto regional tras contraerse en los años anteriores.

El año pasado se registró una reactivación del 26% de las exportaciones entre los países que integran el Mercado Común del Sur (Mercosur), del 6,8% al interior del Mercado Común Centroamericano (MCCA) y del 12% en la Comunidad del Caribe (Caricom). Esto contrasta con la contracción del 5,5% del comercio entre los miembros de la Comunidad Andina. De cualquier manera, el comercio intrarregional en términos relativos es sustancialmente inferior al registrado en 1997.

«La recuperación de las exportaciones y del comercio intrarregional son buenas señales. Ahora debemos buscar cómo desarrollar una base exportadora con mayor valor agregado a partir de las ventajas comparativas ya conocidas, con capacidad para incorporar nuevas tecnologías y con efectos más favorables sobre la creación de empleo», ha señalado José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal, al presentar el informe anual, en Santiago, Chile.

Por primera vez en 13 años, los países de América Latina y el Caribe acumularon un superávit comercial de bienes y servicios del orden de los 25.500 millones de dólares y registraron un superávit en cuenta corriente de unos 2.800 millones de dólares. Para encontrar un registro similar en la historia económica de la región es necesario remontarse medio siglo.

Más acuerdos bilaterales y falta de promoción a exportación
El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua culminaron con éxito las negociaciones para un el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, al cual se sumaron Costa Rica y República Dominicana a principios del 2004. Estados Unidos anunció su interés por negociar convenios similares con los países andinos, y las negociaciones con Colombia, Perú y Ecuador se iniciarían este 18 de mayo, mientras que con Bolivia se iniciarían más adelante.

En cuanto al Area de Libre Comercio de las Américas, la VIII Reunión Ministerial realizada en noviembre del año pasado en Miami concluyó con la ruptura del esquema de «compromiso único» según el cual se negociarían los temas en su totalidad. Para la Cepal hay «ventajas asociadas al acceso a los mercados de América del Norte», pero advierte que la fragmentación de la agenda de negociaciones «podría ir en detrimento de los países con menor capacidad de negociación».

Pese los números positivos, la Cepal atesta la falta en cada país latinoamericano de una política orientada para la promoción de exportaciones. El aumento de la venta de productos a otras regiones del globo ha sido alcanzado en virtud de condiciones favorables del mercado mundial, no por cuenta de planeamiento estratégico. Por lo contrario, la Cepal constata que «aún no existe consenso sobre la eficacia de las estrategias empleadas y que la región se ha caracterizado por bruscos cambios institucionales que dificultan su éxito».

«La diversificación más reciente de las exportaciones de estos países ha estado más determinada por decisiones de empresas extranjeras y el acceso preferencial al mercado de Estados Unidos que por los instrumentos tradicionales de promoción y fomento de exportaciones», afirma el organismo económico, comprobando la carencia de políticas internas de desarrollo y la dependencia a factores ajenos.