"Todos los analistas piensan que ese valor podría estar entre los 28 y 35 dólares por barril, lo que nosotros los venezolanos creemos debería estar la nueva banda", dijo el gobernador de Venezuela ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Iván Orellana. El rango actual de precios está entre 22 y 28 dólares.

Algunos funcionarios venezolanos sostienen que el ajuste de la banda es necesario para reflejar más fielmente la realidad actual del volátil mercado del crudo, donde el precio del petróleo se ha mantenido en torno a los 40 dólares por barril.

Hace varios meses, el ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez, dijo que propondría elevar la banda a entre 24-30 dólares... pero ahora se va por más.

Y la voz de Venezuela no es la única en esta materia.

Irán, otro socio de la OPEP, ha sugerido que el grupo incremente el rango de precios a entre 30 y 35 dólares por barril en el futuro, pero el mayor productor, Arabia Saudita, alega que prefiere mantener la banda actual.

Venezuela, uno de los principales proveedores de crudo a Estados Unidos, sostiene que la OPEP no es culpable por los altos precios del combustible y culpa a Estados Unidos por el conflicto en Irak.
"Si no existieran los problemas geopolíticos los precios estuvieran alrededor de los 30 dólares por barril", comentó Orellana, quien comparte criterio con otros funcionarios venezolanos, incluyendo al presidente Hugo Chávez.

La OPEP acordó en junio incrementar su producción en 2 millones de barriles por día (bpd) y agregar otros 500 mil bpd a partir de agosto para intentar frenar la subida de los precios.

Venezuela ha estado en contra de incrementar la producción en momentos que los precios rozan nuevamente los niveles máximos en 21 años tras la decisión el 28 de julio de las autoridades Rusas de ordenar a la golpeada petrolera rusa Yukos a suspender sus ventas, que en conjunto producen 1,7 millones de barriles por día.

La medida disparó la preocupación en el mercado del crudo sobre la falta de capacidad adicional en el sistema petrolero internacional, en momentos en que la OPEP bombea a su mayor nivel en 25 años para atender el fuerte crecimiento de la demanda mundial.

Precisamente, el ministro Ramírez afirmó que la OPEP no recortará sus cuotas de producción en su próxima reunión de septiembre y que el grupo tiene poca capacidad ociosa de producción para hacer bajar los altos precios del crudo.

"Un recorte no está previsto", dijo Ramírez a la agencia británica de noticias Reuters y agregó que "la mayoría de los países (miembros de la OPEP) está en los límites, cerca de su capacidad de producción".

Venezuela, que según algunos analistas está produciendo actualmente unos 2,6 millones de bpd -por debajo de su cuota de la OPEP- a causa de un paro de la industria entre el 2002 y el 2003, es visto en el mercado como un paladín que defiende los precios.

El gobierno insiste en que ha restablecido por completo su producción a los 3,1 millones de bpd que bombeaba antes del paro.
Y es que el gobierno "revolucionario" de Chávez no puede ocultar su alegría por los beneficios de los altos precios del crudo cuando está gastando miles de millones de dólares en programas sociales y en la campaña electoral a pocos días del referendo revocatorio del 15 de agosto.

Aunque Chávez dice que le parece que un precio justo para el petróleo venezolano debe gravitar alrededor de los 30 dólares por barril, el mercado internacional le está dando margen para que esté por encima, lo que sigue llenando las arcas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), convertida en una suerte de caja de donde salen los recursos para financiar muchas cosas y con poco control, dicen los críticos del gobierno.

Algunos funcionarios han estimado que el país recibirá este año ingresos petroleros extras por entre cinco mil y siete mil millones de dólares y muchos analistas privados temen que estos ingentes recursos no sean ahorrados sino malgastados en medio de la contienda electoral entre el "sí" y el "no".

El petróleo, otra vez, seguirá salvando las grandes cifras macroeconómicas que está mostrando con orgullo la revolución.
Pdvsa prevé aportar al fisco unos 13 mil millones de dólares este año, de cumplirse el escenario de un precio promedio por barril venezolano de 30 dólares, dijo el vicepresidente de la empresa, José Rojas.
Un director del Banco Central de Venezuela (BCV), Domingo Felipe Maza Zavala, estimó hace pocos días que el crecimiento económico de este primer semestre del 2004 alcanzará entre 10 y 12%.

Explicó que el sector petrolero en los primeros seis meses creció más que el no energético, pero declinó dar cifras aproximadas las cuales deberían ser difundidas en la segunda quincena de agosto.
"Particularmente crece la industria manufacturera y también hay indicios de reactivación de la construcción. Esos son dos sectores claves... El comercio igualmente, particularmente al por menor se reactiva, digamos que son tres sectores importantes", dijo Maza según Venpres.

La economía venezolana, golpeada duramente en el 2002 y el 2003 con contracciones históricas, comenzó a respirar en el primer trimestre del 2004 impulsada dramáticamente por el crecimiento del estratégico sector petrolero que motoriza al país.

El PIB global registró un crecimiento de 29,8% de la mano de un impresionante 72,5% de la actividad petrolera y 18,9% de la no petrolera.

Las cifras resultaron astronómicas porque fueron comparadas con el primer trimestre del 2003, cuando a causa de un desgarrador paro opositor que devastó la vital industria petrolera y por ende las exportaciones de crudo la economía se desplomó 27,8%.
La economía no petrolera igualmente se recuperó de los efectos del paro, al crecer 18,9% entre enero y marzo del 2004, casi el mismo nivel de la contracción de 19,2% que registró en el primer trimestre del año pasado.

Para este año, el gobierno prevé un crecimiento de entre 9 y 10% del PIB, según cifras adelantadas por algunos voceros. Si es así estará por encima de la previsión oficial inicial de alrededor de 6,5%.w