Después de ocho años de administración socialdemócrata, la Alcaldía Metropolitana de Quito está otra vez en disputa.

El burgomaestre Paco Moncayo no optará por su tercera reelección: su política municipal privatizadora y excluyente de la participación popular, le pasó factura.

El escándalo de sobreprecio del aereopuerto de Quito, los altos niveles de inseguridad de la ciudad, la conseción de servicios públicos a coorporaciones y fundaciones, la realización de obras suntuosas en detrimento de trabajos prioritarios para barrios y asentamientos marginales, la falta de previsión y control en casos como el hundimiento del intercambiador El Trébol y el incendio en la discoteca Factory, fueron elementos directamente relacionados con su modelo neoliberal de gestión y que contribuyeron para que disminuya su nivel de aceptación entre los quiteños.

Sin embargo, Paco Moncayo insiste en que la política es su fuerte: por eso está de candidato a Asambleísta por Pichincha por el Movimiento Municipalista.

Este movimiento realizó una alianza ’estratégica’ con el Movimiento Vive, que auspicia la candidatura a la alcadía de Quito de Antonio Ricaurte, ex concejal y alcalde encargado de la ciudad.
Al momento de inscribir sus respectivas candidaturas en la Junta Provincial Electoral, ambos personajes no escatimaron elogios entre sí: “Moncayo cumplió con la patria y la ciudad”, manifestó Ricaurte.

Esta alianza, que se completa con la candidatura a la prefectura de Diego Guzmán, podría considerarse como un continuismo de la administración socialdemócrata en la alcaldía y la prefectura.

Por eso, el respaldo a la candidatura de Ricaurte viene de los grupos económicos y de poder (amén de ciertas empresas constructoras), que han sido beneficiados, en menor o mayor medida, por las administraciones de Moncayo.

En este sentido, no hay que olvidar el apoyo de Andrés Vallejo a la alianza Municipalista – Vive. Para quienes no lo recuerden, Vallejo es el eterno concejal de la ciudad, actualmente alcalde del Distrito Metropolitado (tras la renuncia de Paco Moncayo), militante de la Izquierda Democrática, tío político de Ricaurte, presidente de la Fundación Vida para Quito, defensor a ultranza de la construcción del nuevo aereopuerto de Quito y vinculado directamente con la banca ecuatoriana.
Preocupa, de ganar Ricaurte, que todas las denuncias de corrupción y malgasto de los fondos públicos municipales (especialmente las fiscalizaciones solicitadas a las coorporaciones y fundaciones creadas en estos períodos) puedan quedar en nada.

Optan también por la alcaldía de Quito, Ramiro Borja, por el Partido Sociedad Patriótica; Marco Moya, por el Partido Rodisista Ecuatoriano; Henry Yánez, por la alianza RED – Polo Democrático; Eduardo Gallegos, por el Movimiento Integración; Gustavo Burgos, por Quito Sí se Puede; Francisco Lamiña, por Acuerdo Nacional; Augusto Barrera, por Alianza País; Yolanda Torres (ex democráta cristiana y ex colaboradora en el régimen de Lucio Gutiérrez), por la alianza Izquierda Democrática – Movimiento Yo soy Ecuatoriano; y Nelson Maldonado, por Concentración Democrática (el pianista y radiodifusor cuenta con el apoyo de figuras vinculadas con la derecha ecuatoriana, como Pablo Lucio Paredes y César Montúfar).

“Se necesita otro modelo de gestión”

Natasha Rojas,
Presidenta nacional de la Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador, CUBE

“Quito necesita otro modelo de gestión, que tenga como eje principal y protagonista al ser humano; un modelo participativo e incluyente, que prorice las obras de infraestructura básica en beneficio de los barrios marginales y los sectores populares de la ciudad.

Un modelo de gestión que direccione su trabajo en tres aspectos fundamentales: transporte, seguridad y rescate de la administración municipal de las manos de las coorporaciones y las fundaciones privadas.

En el primer aspecto, a corto plazo, planteamos que las empresas de transporte (Metrobus, Trolebús y Ecovía) vuelvan a ser manejadas, administrativa y económicamente, por la Empresa Metropolitada de Transporte, y que mejore el servicio de estas frecuencias.
En el mediano plazo, pensamos que es necesario la creación de un eje longuitudinal de transporte, en la avenida Occidental, que una al Sur y al Norte de la ciudad, descongestionado de esta manera el tráfico.

En el largo plazo, es indispensable la construcción del metro de la ciudad.

En seguridad exigimos que se redistribuya la tasa de seguridad (anualmente, ingresan siete millones de dólares por este concepto). El nuevo reparto debería invertir un 20% en la generación de empleo, mediante el fortalecimiento de las cooperativas mixtas de producción; el 30% para proveer de alumbrado público a la gran mayoría de barrios y asentamientos de la capital, y un 50% para dotar de infraestructura a las Unidades de Policía Comunitaria.

Un segundo aspecto, en este sentido, sería depurar a los malos elementos de la Policía Nacional.

Consideramos, también, fundamental rescatar la administración municipal de las manos de las coorporaciones y las fundaciones privadas creadas por la administración de Paco Moncayo, que mantienen autonomía pero manejan fondos públicos. Por ejemplo, la recolección de basura debe volver a EMASEO.

Se hace indispensable, entonces, fiscalizar a todas estas las coorporaciones y fundaciones, que no han trabajado en beneficio de las grandes mayorías sino en beneficio de ciertos grupos económicos y de poder”.

Al alcalde Nebot se le olvidaron los sectores marginales

Muestra como la mejor carta de presentación de su administración, que está por fenecer, obras como la construcción del sistema de transporte Metrovía 2004 – 2008, los túneles del cerro San Eduardo; la remodelación del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, que se encuentra concesionado, y del terminal terrestre; otras obras de menor magnitud económica, como es el alcantarillado o asfalto de vías de acceso en algunos barrios; y trabajos que se magnifican por la millonaria publicidad del Municipio difundida por los medios televisivos y radiales de sintonía local y nacional.

El Puerto Principal en éstos últimos dieciséis años ha cambiado su aspecto, se han adecentado varios sectores céntricos, y otros donde se asientan los monopolios empresariales, sus dueños, y el resto de la sociedad pelucona de esa provincia; ellos junto con la mayoría de empleados municipales son quienes brindan el apoyo para la segunda reelección a Nebot y a su movimiento “Madera de Guerrero”.


¿De dónde nace tanto patriotismo y reivindicación con el pueblo?

El Movimiento “Madera de Guerrero” nace por la urgente necesidad de borrar o maquillar al pasado socialcristiano que vivió Guayaquil, si no cómo se explica la desafiliación de los más altos dirigentes de ese partido y la incorporación de estos desertores a el Movimiento Madera de Guerrero. Ahora Nebot se muestra como el alcalde popular, como el candidato que visita los sectores y barrios marginales rodeado de un gran número de seguidores, empleados municipales y delegados de las empresas a las que favoreció con sus millonarios contratos, como el de Interagua, Bachagnon, entre otros. Lo grave es que mucha gente, engañada, piensa que es el pueblo quien pide la reelección del oligarca.

Jaime Nebot está seguro de su triunfo, porque encuestadoras como Informe Confidencial han difundido datos en los que el alcalde goza del 45% de aceptación de la población, pero estas encuestas no advierten que fueron realizadas en los lugares céntricos y empresariales, y que las obras de educación entregadas son gracias al financiamiento que el Estado le entrega.

El Dr. Ricardo Ramírez, médico y dirigente popular, sostiene que han sido casi dos décadas de despotismo, de represión y abandono a los sectores marginados. “A los pequeños comerciantes, los desalojan constantemente del centro porque a los mercados que les asignaron nadie va, y como resultado está el hambre de cerca de 30 mil familias”.

Menciona el galeno también que las obras que presenta Nebot como magníficas en realidad no lo son, sino que los medios de comunicación tratan de ocultar que más del 40% de la ciudad no tiene acceso a los servicios básicos, como son el agua potable, el alcantarillado y ni hablar de las vías de acceso, que aún es un sueño inalcanzable de la población. Razón por la que el MPD y las organizaciones del Frente Popular de esta ciudad han decidido apoyar la candidatura de la ex ministra de Vivienda, la Arq. María de los Ángeles Duarte, que es auspiciada por el Gobierno.

Aumenta el rechazo a Nebot

Raquel Rodríguez, representante del Laboratorio de Servicio Públicos, manifestó que el Sillón de Olmedo requiere de un alcalde que realice obras para todos los sectores, sin privilegios, que se preocupe por el Guasmo, la Prosperina, los suburbios, entre otros; sectores que en estos 8 años de Nebot y los anteriores de León siempre fueron relegados y conocen el sabor del olvido y la exclusión.

“Prueba suficiente es el archivo que pretenden dar a los múltiples casos de infección infantil por el agua contaminada de Interagua, la basura que abunda en los lugares encargados a Bachagnon, y como los socialcristianos controlan a los jueces, pretenden hacerle ver como caso juzgado y olvidado”, manifiesta.

Reconoce también que el adecentamiento de la ciudad es bueno, pero sin olvidar las obras prioritarias, como son puentes elevados en la Perimetral, donde habita sólo gente del pueblo, lugar donde también han muerto cientos de ciudadanos por tratar de cruzar desde o hacia sus hogares. Y concluye añadiendo que las encuestadoras deberían ir a hacer su trabajo en los sectores pobres para ver si la reelección de Nebot está asegurada.