El ministerio de Defensa de Rusia denunció un ataque yihadista contra un convoy humanitario que transportaba medicinas y alimentos destinados a una zona de desescalada, en Siria.

Unos 300 hombres del Emirato Islámico (Daesh) en camionetas artilladas salieron de una zona bajo control de fuerzas de Estados Unidos y se apoderaron de todo el cargamento.

Exactamente de la misma manera, 600 individuos armados salieron del campamento de la ONU en Rukban, Jordania, y penetraron en territorio sirio, específicamente en la gobernación de Dara, que también había sido proclamada zona de desescalada.