El 21 de octubre de 2020, la marina de guerra de Grecia movilizó unas 60 unidades navales para ‎proteger sus islas del Mar Egeo ante un posible ataque turco.
 En Rusia, el presidente adjunto de la Duma estatal, Konstantin Zatulin, mencionó un posible ‎desembarco ruso contra los yihadistas desplegados en Azerbaiyán. Desde el 16 de octubre, ‎la marina de guerra de la Federación Rusa inició ejercicios frente al litoral de Bakú, la capital ‎azerbaiyana.
 El vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay, planteó públicamente la posibilidad de una intervención ‎militar turca en defensa de los derechos de Azerbaiyán.

 En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró –luego de una entrevista ‎con el presidente de la República de Armenia realizada al margen de la reunión virtual de los ‎ministros de Defensa de la alianza atlántica– que la OTAN apoya la aplicación estricta de un alto ‎al fuego en el Alto Karabaj. La OTAN ha resaltado sus buenas relaciones con las partes ‎en conflicto.
 El vicepresidente turco, Fuat Oktay, estimó que probablemente la OTAN no intervendría ‎si Turquía entrara en guerra en Azerbaiyán.
 El presidente de la República de Armenia, Armen Sarkissian, declaró que Azerbaiyán seguirá ‎violando el alto al fuego mientras se sienta respaldado por Turquía.

 Por su parte, Alemania rechazó un pedido de Grecia para que cese sus exportaciones de ‎armamento a Turquía en esta situación de crisis.

 Mientras tanto, los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han proseguido sus ‎contactos a puertas cerradas. ‎