Pakistán desmintió nuevamente informaciones publicadas en cuentas de Facebook registradas en ‎Azerbaiyán y en Turquía, según las cuales militares pakistaníes han sido enviados para reforzar las ‎fuerzas azerbaiyanas en el Alto Karabaj. ‎

Según el diario ruso Kommersant, al ser interrogado por la televisora india WION, el primer ‎ministro de la República de Armenia, Nikol Pachinian, afirmó que, al principio de los ‎enfrentamientos en el Alto Karabaj, yihadistas pakistaníes fueron reclutados en el seno de varias ‎organizaciones –como Jamaat-i-Islami, Jaish-e-Mohammed y Al-Badr–, grupos que los servicios secretos ‎de Pakistán suelen utilizar contra la India [1]. Supuestamente, esos hombres fueron enviados de ‎Peshawar (en Pakistán) a Bakú (la capital azerbaiyana) y actualmente luchan contra los armenios ‎en el Alto Karabaj. ‎

A cambio del envío de esos hombres, Turquía se habría comprometido a acentuar aún más su ‎apoyo a los reclamos territoriales de Pakistán sobre la región de Cachemira. ‎

Lo cierto es que, en el pasado, Turquía y Pakistán han colaborado en numerosas operaciones ‎secretas orquestadas por Estados Unidos. ‎

Desde el Alto Karabaj, la autoproclamada República de Artsaj divulgó un video con revelaciones de ‎un prisionero sirio –Mehred Mohamed Alshkher, nacido en la ciudad siria de Hama– quien ‎reconoce haber llegado al Alto Karabaj junto con otros yihadistas sirios, reclutados por Turquía ‎para luchar contra los armenios por 250 dólares al mes. ‎