El 23 de septiembre de 2014, Estados Unidos y las monarquías árabes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, que se compone de Arabia Saudita, Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Qatar) bombardearon objetivos terroristas en Siria.
Oficialmente, el objetivo era destruir los centros de mando del Emirato Islámico.
Los bombardeos se realizaron principalmente desde el Golfo Pérsico y sobre la ciudad de Raqqa, en territorio sirio.
Pero, el Emirato Islámico ya se había retirado de Raqqa 2 días antes de los bombardeos, avanzado y tomando una veintena de poblados kurdos en Siria.
Al parecer, el verdadero objetivo de los bombardeos no fue el Emirato Islámico sino otra entidad que la inteligencia estadounidense designa como «Grupo Khorasan».
Khorasan es el nombre medieval de Afganistán y de una parte de Irán. Hace 5 días, el director nacional de la inteligencia estadounidense James Clapper mencionó ese grupo por primera vez afirmando que se compone de ex combatientes de la guerra en Afganistán y que estaba reclutando yihadistas en Siria para llevarlos a luchar en Occidente.
Ninguna otra fuente ha comprobado hasta ahora la existencia de ese grupo. Según el New York Times, que cita al Departamento de Estado, el líder de ese grupo –un tal Muhsin al-Fadli (ver foto)– fue amigo íntimo de Osama ben Laden y estaría implicado en los atentados del 11 de septiembre de 2001, que Estados Unidos atribuye oficialmente a ben Laden. El nombre de Muhsin al-Fadli fue citado en 2005 por el entonces presidente George W. Bush, quien le atribuyó la responsabilidad del atentado cometido en Yemen contra el petrolero francés Limburg –que en realidad fue un castigo de Washington contra la violación de un embargo) [1].
La Federación Rusa denunció por su parte una violación de la soberanía siria, aunque la prensa estadounidense asegura que el ataque aéreo fue anunciado con antelación al embajador de Siria ante la ONU Bachar al-Jaafari y a la oposición siria en París, considerada como legítima representante del pueblo sirio, que aceptó esa acción.
[1] “U.S. Suspects More Direct Threats Beyond ISIS”, Mark Mazzetti, Michael S. Schmidt y Ben Hubbard, The New York Times, 20 de septiembre de 2014.
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