La policía española interceptó, en febrero de 2016, 20 000 uniformes nuevos destinados a los yihadistas que operan en Irak y en Siria.

Según la policía española, los uniformes habían sido enviados a grupos con diferentes denominaciones, entre ellos el Emirato Islámico. Pero el hecho de tratarse de un solo pedido de 20 000 uniformes demuestra que todos esos grupos tienen un mismo padrino.

El cargamento de uniformes destinados a los yihadistas fue descubierto durante una investigación policial sobre el tráfico de armas.