Siguiendo instrucciones de mi Gobierno y en relación con nuestras cartas anteriores sobre los ataques persistentes contra la soberanía y la integridad territorial de la República Árabe Siria por parte del régimen turco, incluido su apoyo constante a grupos terroristas armados que están cometiendo actos bárbaros de terrorismo en el territorio de la República Árabe Siria, quisiera transmitirle la información que figura a continuación.

El 1 de mayo de 2016, un grupo de soldados turcos llegó con topadoras y vehículos de construcción a una colina situada dentro del territorio sirio, en los alrededores de las aldeas de Qah, Atimah y Aqrabat, en la zona rural de la provincia de Idlib, y procedió a construir fortificaciones y emplazamientos en la colina. Grupos terroristas afiliados con el llamado Ejército Sirio Libre se apostaron rodeando la colina. El 19 de mayo de 2016, las autoridades turcas enviaron varios vehículos de construcción a territorio sirio para cavar trincheras de unos 150 metros de largo en dirección oeste en la parte noroccidental de la ciudad de Al-Qamishli, provincia de Al-Hasaka.

Las autoridades turcas también han abierto un cruce fronterizo clandestino como alternativa al cruce de Bab al-Salam. Ese cruce clandestino sale de territorio turco y entra en territorio sirio cerca de la aldea de Hawar Killis, a unos 17 km al nordeste de I’zaz y se utiliza para hacer llegar armas pesadas (tanques y vehículos de oruga) a los grupos terroristas armados, en particular la Brigada Sultán Murad, Ahrar al-Sham, el Frente Al-Nusra y Faylaq al-Sham.

El Gobierno de la República Árabe Siria transmite esta preocupante información al tiempo que desea reafirmar que las prácticas y los delitos del régimen turco constituyen una violación flagrante de los principios del derecho internacional, las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas y los principios que rigen la buena vecindad y las relaciones de amistad entre los Estados Miembros de las Naciones Unidas. También contravienen las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a la lucha contra el terrorismo, en particular las resoluciones 1267 (1999), 1373 (2001), 2170 (2014), 2178 (2014), 2199 (2015) y 2253 (2015), en las que se reafirma que los Estados Miembros de las Naciones Unidas deben abstenerse de proporcionar cualquier tipo de apoyo a grupos terroristas o sus miembros.

El Gobierno de la República Árabe Siria pide una vez más al Consejo de Seguridad que asuma su responsabilidad y obligue al régimen turco a abandonar inmediatamente esas prácticas bárbaras, que constituyen una amenaza para la seguridad y la estabilidad de la región y del mundo, y lo haga responsable de su práctica de apoyo al terrorismo. El Consejo también debería pedir el régimen turco que cierre sus fronteras a los grupos terroristas armados y ponga fin al suministro de armas y la financiación de esos grupos. El régimen también debería poner fin a sus flagrantes ataques contra civiles en la ciudad de Alepo, que durante las dos últimas semanas han causado la muerte de más de 250 personas, en su mayoría niños y ancianos y otras personas inocentes.

Le agradecería que tuviera a bien hacer publicar la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.

S/2016/521