Después de la reunión de Astaná, donde el punto de vista de Turquía se aproximó a los de Rusia e Irán, y del encuentro de Moscú, durante el cual la oposición siria pro-turca conversó con la oposición republicana, una guerra intestina se desarrolla entre los grupos armados que operan en Siria.

En ese contexto, al-Qaeda está reorganizando sus fuerzas y anunció la creación de Hay’at Tahrir al-Sham (“Asamblea para la Liberación del Levante”).

Esa nueva denominación reúne a los grupos Jabhat Fath al-Sham (el antiguo Frente al-Nusra), Harakat Nur Al-Din Al-Zenki (vinculado a la CIA), Liwa Al-Haqq, Ansar Al-Din y Yesh Al-Sunnah (también vinculado a la CIA).

La operación está respaldada por el MI6 británico, que creó el logotipo de la nueva organización (ver imagen).

La nueva entidad incluye a varios jefes provenientes del grupo Ahrar al-Sham (“Movimiento Islámico de los Hombres Libres del Levante”) sin que se sepa por el momento si se ha producido una escisión en este último o si se trata de individuos que anuncian su próxima incorporación. Esas personas son:
 el jeque saudita Abdullah al-Muhaysini (el ex jefe de los «moderados» que ocupaban varios barrios del este de Alepo, donde este personaje presidía el Tribunal de la Charia);
 Abu Yusuf Muhajir, ex vocero militar de Ahrar al-Sham;
 Abu Saleh Tahan, ex número 2 de esa organizacion.

Ahrar al-Sham es –o era– un grupo terrorista financiado por Arabia Saudita y cuyas relaciones pasan por el Reino Unido. El “ministro de Exteriores” de Ahrar al-Sham, Labib al-Nahhas, es un británico miembro del MI6, circula libremente por toda Europa y publicó hace año y medio una tribuna libre en el Washington Post.