Siguiendo instrucciones de mi Gobierno, quisiera señalar a su atención la siguiente información importante:

Durante la última semana de octubre de 2016, grupos terroristas armados bombardearon barrios residenciales y civiles en la ciudad de Alepo con cientos de cohetes Katyusha y Grad, lo que provocó la muerte a 99 civiles y causó heridas a más de 500 hasta ayer, 7 de noviembre de 2016.

En ese contexto, el medio de comunicación de la organización terrorista Jaish al-Fatah (Ejército de la Conquista), el nombre encubierto del Frente Al-Nusra, emitió una entrevista con el terrorista saudí Abdullah al-Mhaisni, el muftí forense (clérigo) de esta organización terrorista, que fue entrevistado en el momento en que se lanzaron cohetes contra civiles en la ciudad de Alepo y en el lugar desde el que se dispararon.

En esa entrevista, al-Mhaisni elogió a algunos de los donantes que habían “financiado la compra de esos 100 cohetes y otros cientos que llegarían posteriormente” y que eran nacionales de algunos países del Golfo, entre ellos, Abu Mohammad de la región de Al-Qassim, el “Grupo de Hermanos del Islam” de Arabia Saudita, Abu-Eljud de Qatar y Abu-Ahmad de Kuwait. Al-Mhaisni declaró claramente que esas personas y ese grupo habían proporcionado el dinero para comprar esos cohetes. También alabó a Turquía y dijo que los descendientes de los otomanos eran los principales defensores de los sirios y su yihad.

Al mismo tiempo, el terrorista saudí Abdullah al-Mhaisni culpó a los hombres y jóvenes sirios de fallar a la yihad al “quedarse en casa mientras cientos de combatientes de todo el mundo luchaban en Siria por ellos”.

Esta emisión aún puede verse en YouTube en el siguiente enlace:

Sobre la base de la información y los hechos anteriores, quisiera exponer la siguiente conclusión:

– A pesar de las numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad destinadas a luchar contra el terrorismo, detener la infiltración de combatientes terroristas extranjeros en Siria y cortar la financiación y prohibir el suministro de armas a esos terroristas, algunos Gobiernos bien conocidos, y cuyos nombres mencionó el terrorista al-Mhaisni, siguen apoyando el terrorismo y financiando y facilitando el paso de combatientes terroristas extranjeros hacia Siria o tolerando las actividades ilegítimas de sus propios ciudadanos y sus denominadas “instituciones y organizaciones de beneficencia” que, con la excusa de realizar actividades humanitarias, están financiando la compra de cohetes letales con el fin de causar la muerte a civiles en Siria.

– La entrega de esos cohetes letales a los grupos terroristas armados en Siria subraya la falta de voluntad de esos Gobiernos y otros Gobiernos, algunos de los cuales son miembros del Consejo de Seguridad, de luchar contra el terrorismo. También muestra que esos Gobiernos continuarán aplicando políticas temerarias que utilizan el terrorismo como instrumento político para lograr el objetivo de socavar el Estado en Siria y sabotear su infraestructura, sin importar el alto precio que se pague por ello ni el número de víctimas civiles causadas.

– El terrorista saudí Abdullah al-Mhaisni admitió públicamente que la mayoría de los combatientes que se encontraban en territorio sirio eran extranjeros e incluso culpó a los sirios de haber fracasado en la yihad. Esto confirma una vez más que Siria está sufriendo una guerra terrorista mundial en la que están implicados esos Gobiernos bien conocidos que siguen aportando financiación y fomentando el conflicto hasta hoy, algo de lo que el Gobierno sirio ha venido informando al Consejo de Seguridad y que es percibido por la opinión pública mundial.

– Ha llegado el momento crítico en que el Consejo de Seguridad debe asumir sus responsabilidades de manera transparente e imparcial, evitando los dobles raseros y reconociendo que falsos términos como “oposición armada moderada”, “grupos armados no estatales” o “yihadistas” no anularán el hecho fundamental de que todos esos combatientes no son más que terroristas que adoptan una misma ideología extremista basada en el odio, los asesinatos y la destrucción.

Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.