Arkan Taha Ahmad, oficial del Emirato Islámico (Daesh) acusado de haber dirigido la masacre ‎perpetrada en la academia militar de la ciudad iraquí de Tikrit, fue arrestado por Interpol en la ‎región de Bolu (Turquía). ‎

En 2014, durante el avance de Daesh en Irak, los yihadistas de esa entidad terrorista masacraron a ‎todos los «infieles» de la guarnición de Tikrit, después de haber registrado los nombres y grados ‎de los militares capturados. El ministerio de Defensa iraquí confirmó la desaparición de 1 660 ‎soldados pero sólo 470 cuerpos fueron encontrados. ‎

Sin embargo, el propio Daesh anunció haber ejecutado en Tikrit 1 700 soldados identificados como ‎musulmanes chiitas entre los 2 500 soldados que contaba la guarnición. Los yihadistas de Daesh ‎se encargaron de divulgar su crimen, documentándolo con numerosas fotos. Fue la primera vez ‎en la historia de la humanidad que un crimen masivo era utilizado abiertamente como arma de ‎propaganda. ‎

Por su parte, Turquía había abierto oficinas de reclutamiento para Daesh en los barrios de Laleli ‎y Talimhane, en Estambul. Esas instalaciones fueron convertidas después en ‎‎“centros de rehabilitación” para los yihadistas. ‎

Actualmente, varios yihadistas buscados por crímenes contra la humanidad viven en esos “centros ‎de rehabilitación”, bajo la protección de los servicios secretos turcos y en espera de nuevas ‎‎“misiones”. ‎

Turquía es miembro de la OTAN. ‎