El Ejército Árabe Sirio y sus aliados rusos reanudaron los bombardeos contra los grupos yihadistas ‎que aún ocupan parte de la gobernación siria de Idlib. ‎

En respuesta, al-Qaeda reagrupó bajo su dirección 5 grupos armados diferentes que ahora ‎denomina Fatbutu (en español, «Mantenerse firmes») y que cuentan en total 30 000 ‎elementos armados, con financiamiento y armamento de la OTAN y un estado mayor común. ‎

Esos grupos son:‎
 Tanzim Hurras al-Din («Los Guardianes de la Religión»), públicamente miembro de al-Qaeda ‎desde abril de 2018;‎
 Ansar al-Islam («Los Defensores del Islam»);‎
 Ansar al-Din («Los Defensores de la Religión»);‎
 Liwa al-Muqatilin al-Ansar («Brigada de Combatientes Auxiliares») y
 Tansiqiyat al-Yihad («Comité de Coordinación de la Yihad»).‎

En su comunicación hacia los occidentales, o a través de ellos, esos grupos yihadistas sólo ‎mencionan su «lucha revolucionaria» contra los «regímenes» de Rusia, Siria e Irán. Pero en su ‎propaganda hacia el mundo árabe, hablan únicamente de la «Nación Islámica», de la «yihad ‎contra los infieles» y de imponer la charia, la ley islámica basada en la interpretación más estricta ‎y literal del Corán. ‎